Publicado el 13/05/2010 ~ 1 comentario
¿Qué opino de la mujer?
Me apasiona el tema de la mujer y poder opinar sobre ello es una oportunidad que no quiero perder.
Como hija de Santa Teresa de Jesús, monja contemplativa, tengo una visión particular que ofrezco sencillamente.
Comprendo que no tengo la preparación conveniente ni exhaustiva para dar una visión competente, ¡pero es igual!, lo que entiendo y he vivido en tantos años de oración y penitencia quiero comunicarlo.
Para mí la mujer es Madre, si no, no es Mujer, y no me refiero al plano físico, a la estructura del cuerpo, sino a su alma, que configura el cuerpo, ¡claro está!, femenino.
La mujer es DON y GRATUIDAD, COMPRENSIÓN y PACIENCIA, es ACOGIDA y CONSEJO, CONSUELO y COMPAÑÍA, en fin, es MADRE.
Lo que supone en su papel de compañera del varón, “es hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Génesis, 2, 23), es mucho, INSUSTITUIBLE, y el acierto en llevarlo a cabo transformará o no la faz de la tierra.
Sería interminable ir desgranando los males que tienen a la mujer como centro y no tengo interés en hacerlo, solo apuntar esto: hoy como ayer, para doblegar la dignidad humana del varón, degradar la imagen y semejanza de Dios que lo constituye, se utiliza a la mujer.
Por desgracia, ella es el canal que arrastra a su compañero deformando su libertad, felicidad y trascendencia.
En estos momentos se me ocurre volver los ojos a María, la Madre de Dios y Madre Nuestra. Su alma y su cuerpo habitados SOLO por Dios, su único Amor, iluminada por la Verdad, aceptaba libremente la invasión del Verbo Divino, guardaba la verdadera Vida entregándola para la Redención del género humano, desposeída felizmente ardía en el Camino, aspirando cada día a la esencia purísima, incandescente del Espíritu Santo.
Esta maravilla celestial, La Mujer, se llama María, y es nuestra Madre, volcada sobre nosotros para invadirnos con sus virtudes, sus dones y su poderosa intercesión si lo pedimos cada día.
Y confiando en Ella el fruto de este pequeño esfuerzo acabo. Por último deciros que todos los días os transmito la bendición maternal y especial de la Reina de la Paz. Amén. Aleluya.
LMC icd
Joana dijo el 21.05.2010 a las 11:28 am
Me ha impresionado mucho las palabras de esta mujer. ¡Es toda una mujer! Gratamente sorprendida me siento acogida y querida. Gracias por aportar este testimonio, me da luz para vivir. Joana