Me llamo Ana María y he tenido mi primer hijo. Como en mi familia somos muchos, siempre he tenido la inquietud de comprobar las maravillas de la maternidad, ¡y ya lo he experimentado!; pero como soy inquieta, no paro. Por eso un día grabé estas entrevistas “caseras” a unas mujeres del barrio del Raval, en Barcelona. Lo envío como testimonio mío, y qué mejores palabras que las de estas mujeres llenas de vida e ilusión, pero también con una realidad dura y “peleona”y en la mayor parte de las situaciones en completa soledad. Ha sido dificil superar el temor que se experimenta al decidir en estas circunsatancias de vulnerabilidad apostar por la vida. Se necesita fortaleza interior y un enorme sentido de la dignidad de la persona humana, sobretodo cuando en el ambiente se respira una extraña, no compresible fuerza para adormecer la cabeza y el alma que obliga a pensar en la “ridiculez” de no vivir la modernidad de los tiempos.La vida de estas personas son un testimonio real, no condiconado, de los resultados y efectos de esta libre decisión Me ha encantado esta web que ha montado Maria CD y todas las personas,supongo, que colaboran con ella. Abrazos. Ana Maria
Me ha encantado el testimonio y el artículo. Felicidades por esta iniciativa cibernética. Espero que sigan sumándose los testimonios. Seguro que en el futuro esta web dará mucho de qué hablar en los medios de comunicación.
Como en mi familia somos muchos, siempre he tenido la inquietud de comprobar las maravillas de la maternidad, ¡y ya lo he experimentado!; pero como soy inquieta, no paro. Por eso un día grabé estas entrevistas “caseras” a unas mujeres del barrio del Raval, en Barcelona. Lo envío como testimonio mío, y qué mejores palabras que las de estas mujeres llenas de vida e ilusión, pero también con una realidad dura y “peleona”y en la mayor parte de las situaciones en completa soledad. Ha sido dificil superar el temor que se experimenta al decidir en estas circunsatancias de vulnerabilidad apostar por la vida. Se necesita fortaleza interior y un enorme sentido de la dignidad de la persona humana, sobretodo cuando en el ambiente se respira una extraña, no compresible fuerza para adormecer la cabeza y el alma que obliga a pensar en la “ridiculez” de no vivir la modernidad de los tiempos.La vida de estas personas son un testimonio real, no condiconado, de los resultados y efectos de esta libre decisión Me ha encantado esta web que ha montado Maria CD y todas las personas,supongo, que colaboran con ella. Abrazos. Ana Maria
Joana dijo el 15.02.2010 a las 4:33 pm
!Me gustaría conocer a estas familias! Y cómo luchan para quererse.
Alejandro dijo el 15.04.2010 a las 10:45 am
Me ha encantado el testimonio y el artículo. Felicidades por esta iniciativa cibernética. Espero que sigan sumándose los testimonios. Seguro que en el futuro esta web dará mucho de qué hablar en los medios de comunicación.
Joana dijo el 16.04.2010 a las 9:42 pm
En especial me gusta esa entrada de “Lágrimas de mujer”.
Ateus dijo el 24.05.2010 a las 9:30 pm
Ana Maria gracias por tu testimonio y por el trabajo de tu vídeo donde una vez más se puede comprobar la alegría y felicidad de ser madre
Maria CD dijo el 28.05.2010 a las 11:42 am
Gracias por tus animos y que lo vea más gente!!!