Miriam …¿Por qué lloras?  - Fragmentos

 Ed. Casals y Noticies Cristianes 2004

 

El tema del aborto y sus consecuencias

La lesión anímica es parecida a una bomba de relojería que va a su ritmo y estalla cuando quiere. Las heridas anímicas son muy profundas.

Buscan ayuda mujeres de todas las tendencias espirituales, que no encuentran ninguna salida a sus angustias interiores.

Según la experiencia de profesionales competentes, la psicoterapia sola, no es capaz de solucionar el problema de la culpa.

Por esto parece ser necesaria la conexión de la psicoterapia y la cura de almas.

El aborto significa una intervención brutal en el desenvolvimiento natural del organismo femenino. Según la situación personal de la vida de la mujer, pueden aparecer secuelas psicosomáticas y psíquicas.

Desgraciadamente, hoy en día todavía, muchos médicos y consultoras no reconocen el síndrome del postaborto, porque no pueden creer que para una mujer el aborto pueda tener gravedad.

El doctor en medicina Bernhard Nathanson, exdirector de la clínica para abortar más grande del mundo, en su excelente película El Grito Silencioso opina:

«La segunda víctima del aborto es la mujer, pues, ¿quién toma en serio el sufrimiento de las mujeres que han abortado? Casi nadie lo tiene en cuenta».
 

Fundación SÍ A LA VIDA

HERIDAS EN LO MÁS PROFUNDO,
LAS MUJERES ESTÁN ARREPENTIDAS DE SU DECISIÓN

Experiencias: Una cantante después del aborto

 

El tema del aborto agita con razón cada vez más a los hombres.

Los que lo recomiendan aluden con frecuencia al derecho de la mujer a disponer de sí misma («Mi cuerpo es mío»).

A los contrarios al aborto, se les reprocha pensar siempre sólo en el niño y no en su madre, cuya vida se estropea por estar atada a un hijo.

La información de María Simón, psicóloga de la universidad de Würzburgo, es notable en cuanto a este reproche. Según ella, después de haber abortado, dos de cada tres mujeres «se han arrepentido mucho después, padeciendo además miedo y depresiones fuertes ». A esto se añadieron a menudo trastornos corporales como jaquecas, arritmia cardíaca o molestias del aparato digestivo.

También en la relación con su compañero surgieron problemas y sentimientos de odio y de frialdad; hasta los caprichos y la frigidez marcaron las relaciones sexuales.

La psicóloga indica que, una mujer después del aborto, no se siente aliviada y libre, sino que muchas veces durante años «no encuentra la tranquilidad y estabilidad interiores».

Muchas alegaron en la consulta médica que hubieran aceptado al niño, si el compañero hubiera estado de acuerdo y se hubiese opuesto al aborto.

A los cristianos –contrarios al aborto– les reprochan provocar remordimientos de conciencia a las mujeres, aludiendo a Dios y al quinto mandamiento, que en caso contrario no tendrían.

Con respecto a estos dos puntos de crítica, es digna de reflexión la confesión publicada en la revista Bunte, de Wencke Myhre, que es una de las más queridas estrellas de la canción de moda de Alemania. En el marco de una serie con el título Me arrepiento, trata del aborto de su quinto hijo, realizado cuatro años antes.

No hace referencia religiosa ninguna. Es decir, probablemente no es cristiana, porque sino sabría de una posibilidad de perdón. El testimonio de esta estrella de televisión de 42 años de edad demuestra cuánto daño se hace una mujer a sí misma por el aborto.

 

Aún desesperada después de cuatro años

«Lloro la pérdida de mi quinto hijo. Lo aborté. Me revuelvo como un perro. Sigo sin comprender que yo haya abortado a mi quinto hijo, yo, que quiero a los niños. Cuando hoy, después de cuatro años, me acuerdo, siento tristeza, arrepentimiento, desesperación.

»Era durante el otoño de 1985. Miguel (Pfleghar) estaba muy ocupado con la preparación de un programa de televisión para el centenario de la invención del coche y viajaba por el mundo de un lado a otro. También yo luchaba como leona contra la premura del tiempo, y, en medio de todo eso, me encontraba embarazada, sin haberlo planeado. Estaba de dos meses. Y hablé con Miguel.

Él me dijo que a sus 52 años se sentía viejo para ser otra vez padre. Yo tenía 38 años y Miguel me decía: ‘¡No tengas el niño!’ Y yo me encontraba sola.

»Obré algo así como hipnotizada. Tomé sola la decisión de la que estoy más arrepentida que de ninguna otra en mi vida.

Pagaría por anularla. Estoy convencida de que como yo, muchas otras llorarán interiormente durante años después de haber tomado tal decisión. ¡Me aflige tanto incluso hablar ahora de ello!…

Creo poder ayudar así a otras mujeres. Mi consejo es: conviene que lo penséis bien. Yo, después, lo he pasado terriblemente mal: ‘Siento haberlo hecho’».

 

SOMBRAS

Las sombras se alargan,

caen sobre la tierra.

¡Tengo tanto miedo en el alma!

¿Quién me tiende una mano?

Como una sombra está tu muerte

encima de mi alma.

¡Mi niño que no nació!

Nadie sabe cómo me siento.

Todo mis ser está oscurecido desde tu muerte.

Destruido, deshonrado, muerto; pero no sólo lo estás tú.

¡Contigo murió una parte de mi ser!

Raquel